La estrella indiscutible del desnudo artístico presentó anoche su último espectáculo de la temporada en Space Ibiza complaciendo a los miles de seguidores que se congregaron en la sala principal del club.
Dita Von Teese volvió a enamorar desde el escenario de Café Olé con The Carousel Horse, su espectáculo presentado en la portada de Playboy en 2002, con el que la diva consiguió un nuevo lleno absoluto en Space Ibiza.
La Main Room del club de Playa d’en Bossa se convirtió en una glamurosa feria de la América de mediados del siglo XX donde los colores rosados eran los protagonistas. Todo estaba preparado para la aparición de la reina del burlesque, que destapó su lado más dulce e infantil mientras cabalgaba en un caballito de carrusel vintage cubierto de brillantes moviéndose de un modo comedidamente sexy. Mientras los asistentes buscaban el mejor ángulo para disfrutar del espectáculo, ella, como siempre espléndida y elegante, se desnudaba lentamente quitándose su vestuario repleto de cristales Swarovski y plumas rosas mientras seguía una coreografía que dejaba imaginar algunas partes de su codiciado cuerpo. Después de dar rienda suelta a su picardía, llegó el momento álgido del striptease con una enorme explosión de confeti rosa.
Por segunda ocasión este año, Dita revalidó su status como la musa indiscutible del burlesque internacional enseñando de nuevo sus encantos en Space Ibiza. La actriz, modelo, cantante, diseñadora de lencería, creadora de perfumes y escritora, pero sobre todo, showgirl, conquistó a unos entregados asistentes que abarrotaron la pista principal de la Main Room de Space Ibiza desde prácticamente primera hora.
Dita volvía a Café Olé esta temporada tras triunfar el 21 de julio con The Opium Den, su sugerente performance inspirada en el burlesque americano-oriental de los años 40, donde pudimos admirar la versión más exótica de Von Teese en el papel de una exuberante geisha que se desprendía poco a poco y elegantemente de su vestido cubierto de brillantes.
Es complicado ver a Heather Sweet, nombre real de Dita, en un show que no sea privado o fuera de los Estados Unidos. Café Olé se ha convertido así en la ocasión perfecta para que el público general aprecie el arte de la pin-up americana, aunque de momento habrá que esperar un tiempo para confirmar si el verano que viene la Diva regresará a Ibiza. Sea lo que sea, Dita Von Teese ya se ha convertido en parte fundamental de la historia de los recién cumplidos 15 años de la fiesta polisexual por excelencia.